El arroz blanco graneado es uno de esos acompañantes clásicos que nunca fallan. En Perú, lo preparamos con ese toque especial de hogar, como lo hacía mamá: con ajito dorado, paciencia y cariño. En esta receta, aprenderás cómo lograr ese arroz suelto, esponjoso y sabroso que eleva cualquier plato criollo.
📝 Ingredientes:
- Arroz blanco (cantidad aproximada: 2 tazas)
- Agua caliente (proporción 1 de agua por 1 de arroz)
- Ajos picaditos (al gusto)
- Aceite vegetal
- Sal al gusto
👨🍳 Preparación paso a paso:
Lava el arroz con cuidado
Coloca el arroz en un bowl y enjuágalo con agua fría varias veces hasta que salga clara. Hazlo suavemente para no partir los granos. Escurre bien.Sofríe los ajos
En una olla mediana, calienta un chorrito de aceite y agrega los ajos picados. Cocínalos hasta que estén doraditos y con aroma.Agrega el arroz y tuesta ligeramente
Incorpora el arroz escurrido. Remueve bien durante unos minutos, hasta que los granos se vean brillantes y ligeramente tostados.Vierte el agua caliente y sazona
Añade el agua caliente (1 ½ partes por cada parte de arroz) y sal al gusto. Mezcla suavemente una vez y deja hervir.Cocina con paciencia
Cuando el agua se haya consumido y aparezcan “hoyitos” en la superficie del arroz, baja el fuego al mínimo. Tapa la olla completamente y deja cocinar por unos 15 minutos.Reposo y esponjado final
Apaga el fuego y deja reposar 5 minutos. Luego esponja el arroz con un tenedor para separar los granos.
❤️ Consejo de Mamá:
“No hay que apurar el arroz. Hay que cocinarlo con paciencia y cariño.”
Este arroz graneado es perfecto para acompañar un lomo saltado, un pollo al jugo, o cualquier plato de diario que necesite un buen arroz de base. ¡Y lo mejor es que queda como si lo hubiese hecho mamá!